Una tarde de sábado

Al ser niño la felicidad se alcanza cuando obtienes tantos dulces que tus pequeñas manos no te alcanzan agarrarlos todos, al crecer tu felicidad la obtienes al estar con esa persona que te hace sentir miles de mariposas en el estomago haciendo que tus ojos brillen sin que te des cuenta, un poco mas grande al tener en tus brazos al fruto del amor aquellos seres que te hacen sentir el único amor incondicional y puro, cuando se es anciano vuelves a ser niño una simple paleta de hielo te hace feliz, la más mínima atención aunque sea de un desconocido te hace esbozar una sonrisa sin embargo en esta etapa estas mas solo que en tu infancia, con menos sueños, esperanzas y sonrisas, con mas resignación, dolor e incomprensión.

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